Hoy día aún huele a TABERNA, aún sigue estando aquella ladeada madera y aquel suelo que tú dejaste semihundido.
A veces nos preguntamos por tu ausencia, tú eras esa persona que cuidabas de ti y medias con un peso tus análisis, que te gustaba decir hoy me tengo que pesar la sangre.
Fuí a verte días antes de tu marcha al HOSPITAL DE LA CRUZ ROJA, aquel pasillo vacío, mi miedo a los Hospitales y mi temor a no encontrar aquella habitación en la que te alojabas.
Aún dejamos alguna charla pendiente, pero las que tuvimos siempre fueron sinceras y llenas de grandeza y experiencia en la vida, aquel sábado maratoniano de Mundial de Fútbol y que nos citamos a las 12:30, aunque yo empecé antes que tú, la Jornada estuvo llena de sonrisas y buen humor.
Te escribo esta carta hoy amigo Mariano, por que para mis hijos fuiste aquel abuelo que yo no pude conocer, hoy cumple tú amiga CARMEN, sí aquella que se ponia cerca de ti para comer avellanas, beber fantas de naranja y llenar su corazón de momentos inolvidables, siempre con su platito de caracoles.
Maldito aquel día 22 de Diciembre que nos hizo más amargo el comienzo de la NAVIDAD, hoy y casi todos los días me acordé de ti al levantarme, gracias por aquellos momentos y por aquella gran amistad que nos unió, volveremos a encontrarnos,volveremos a vernos,seguiremos nuestras conversaciones y seguiremos siendo amigos hasta el infinito.
Hoy y siempre para nosotros fuiste aquel ABUELO, un beso al cielo de Manzanilla y al de la Plaza del Pumarejo.